Lily cuando era pequeña tuvo una enfermedad que causaron que sus pestañas crecieran de una manera que le dañaron los ojos, y no los pudieran salvar. Los veterinarios no tuvieran más remedio que quitarle los ojos. Sus futuro era bastante sombrío hasta que llegó su perro amigo, Maddison, y la ayudó.
Los perros disfrutan de la compañía del otro y juntos constantemente. No encontrarás un perro sin el otro.
Debido a la ayuda de Maddison, Lily fue capaz de desarrollar sus otros sentidos. Su perro amigo le anima a hacer las cosas con normalidad. Por lo que se sabe, Lily es como cualquiera – y es una auténtica inspiración