Este jaguar huérfano fue llevado a un refugio en Sudáfrica en el Akwaaba Lodge, donde le recogió una señora y le dio la atención que necesitaba las 24 horas diarias.
Este joven jaguar, cómo cualquier bebé necesitaba un amigo, por lo que su nueva «mamá» le hizo entrega de: un enérgico y entrañable Jack Russell. ¡Rápidamente se hicieron mejores amigos!
Cuando el jaguar, llamado Jag, era ya adulto, fue trasladado a una reserva natural más lejos de su amigo canino y fue un desastre: el jaguar estaba llorando constantemente y el perro comenzó a dejar de comer debido a la tristeza.
¡Tras esto los cuidadores se dieron cuenta de que estos amigos eran inseparables! Mira el siguiente video para verles jugar juntos: