Los bebés llorones son un horror para todos los nuevos padres.
No importa si estás en el tren o en el centro comercial, cuando tu niño grita con todos sus pulmones, la gente te va a mirar e incluso te etiquetará como mal padre. A veces, parece que no importa qué trucos se intente, el bebé no se calmará.
Pero lo que muchos padres no saben: hay un truco muy simple que puede ayudar a calmar a tu bebé en tan sólo unos segundos.